Este proyecto forma parte de la política municipal Cero Basura que fomenta la prevención, generación, minimización de residuos y separación en la fuente; así como la recolección, tratamiento y disposición final responsable y eficiente.
Luis Mayorga, gerente de la Empresa Metropolitana de Gestión Integral de Residuos (EMGIRS-EP) explicó que “diariamente al relleno sanitario de El Inga llegan 2.000 toneladas de basura, que al ser depositadas en el sitio, producen dos componentes: uno líquido llamado lixiviado (líquido descompuesto que produce la basura) y otro el gas metano que en vez de que vaya a la atmósfera, le entubamos y los mandamos a un motor para generar energía eléctrica”.
“Esta planta inicialmente producirá 2 MV en diciembre del 2015 y para finales 2016 generará 5 MW. Por ejemplo, una familia que consume un kilovatio hora energía poniendo como consumo exagerado daría como resultado por cada megavatio 1.000 familias recibiría energía eléctrica con este proyecto. La idea es comercializar esta energía a través del sistema interconectado a la Empresa Eléctrica Quito”.
"El proyecto nace 2012 con la empresa Gas Green que por motivos de mala administración llegan a la quiebra y hace un año retomamos el proyecto, íbamos a eliminar la concesión para que la Emgirs se haga cargo del proceso, pero mejor se vendieron sus acciones y un consorcio español compró todas las acciones de Gas Green y en menos de un año tenemos esta planta que posee tecnología italiana".
“Los generadores fueron construidos a la medida porque se debe contemplar la altura para el tema de combustión, el relleno está a 2.500 metros sobre el nivel del mar y tenemos menos oxígeno por eso son motores especiales que se fabricaron en 6 meses. Cada generador cuesta 2.5 millones de dólares dando un total de 5 millones y más la inversión en infraestructura civil, la construcción de la planta bordea los 7 millones de dólares”.
“En el mundo actual existen tecnología que transforma a la basura en materia prima desde la separación de residuos (cartón vidrio, plástico, hierro), compostaje (abono), diesel hasta aquella que ya no sirve y que puede ser incinerada para producir energía eléctrica”.
“En esta nueva planta incineradora vamos a procesar 1.200 toneladas de basura con una generación de 40 y 50 MW hora de energía eléctrica. La construcción está prevista en un periodo de dos años, los estudios están listos y su construcción comenzará el segundo cuatrimestre del 2016. Esta será la primera mega-planta que se hará en Sudamérica”.
“Una de las políticas es que Quito sea sustentable con la basura por eso se producirá energía eléctrica con la basura y podrá abastecer la demanda del Metro de Quito en un 40% de la energía requerida por este sistema de transporte”, finalizó Mayorga.
